Un día realmente ajetreado

Pasé medio día en el hospital y medio día luchando con el operador telefónico, así que se me fue todo el día.

Aunque no pude trabajar en el video de YouTube ni estudiar CS50, sí cumplí con las cosas realmente importantes que no debía dejar de hacer hoy. Después de la meditación matutina, compartí mi cuaderno de meditación, y aunque HPPS tuvo un error y tuve que repetir los mismos pasos, finalmente logré mis objetivos para hoy.

Todavía tengo un montón de problemas que resolver de inmediato, y hoy me sentí realmente herido en el hilo, pero aun así, tengo el deber de vivir los días que Dios me ha concedido y de perseverar y triunfar en la fe.

Como dice el refrán, la vida es incierta; no siempre hay días soleados. Uno crece llorando, riendo, y a veces quejándose y protestando. Como Rahel en la meditación de hoy. Y así como Dios finalmente escuchó su oración y le abrió el vientre, creo firmemente que algún día Dios me dará un cónyuge o una nueva oportunidad.

Ayer, sin pensarlo mucho, accedí al sitio web de mi denominación. Vi un mapa con iglesias y misiones de todo el mundo, y me sorprendió ver que no había nada en Japón. Me pregunté si habrían renunciado por completo debido a que la población cristiana en Japón es inferior al 1% y la proporción de personas que asisten a la iglesia y creen que Jesús es el verdadero Salvador también es baja.

Así que pensé en algo absurdo, una fantasía: ¿Debería estudiar teología y convertirme en el primer misionero japonés enviado oficialmente por la denominación? ¡Ay, no, claro que no!