Soy débil para la multitarea

La semana pasada, casi podría decirse que me dediqué por completo a mi único juego, Harry Potter Puzzles & Spells.

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Inesperadamente, obtuve una puntuación que jamás hubiera imaginado, y me entró el deseo de superarme. Sin embargo, pensé que esa motivación era pasajera y que una inmersión excesiva no sería buena, así que esta semana lo estoy jugando con calma(?). Para mí, el simple hecho de "jugar" ya tiene significado.

Me di cuenta de que soy completamente incapaz de realizar multitareas. Mi enfermedad también se debió a una sobrecarga cerebral. Esto es un problema tanto innato como adquirido: desde el nacimiento tengo una personalidad introvertida, y la larga hospitalización me impidió tener una vida escolar y social normal. En lugar de culpar a nadie ahora, he decidido aceptar mi situación tal como es.

Gracias al tratamiento farmacológico constante y a las consultas regulares, he mejorado en comparación con el pasado, pero mi enfermedad sigue en curso. Como experimenté la semana pasada, incluso ahora, cuando tengo que concentrarme intensamente en algo, no puedo percibir ni entender lo que ocurre a mi alrededor o lo que me dicen las personas. Por eso, terminé desahogándome con mi madre, que me estaba dando la lata con las mismas cosas una y otra vez. Desde mi punto de vista, tenía que hacer una llamada urgente para solucionar un problema, así que, naturalmente, me sentía frustrado con su insistencia.

Así que, reflexionando sobre las causas, llegué a la conclusión de que el problema era la multitarea. Ser bueno en eso no convierte a nadie en una buena persona, y ser malo en ello tampoco convierte a nadie en una mala persona. Cada persona crece en un entorno y contexto diferente, por lo que creo que lo correcto es adaptarse a su situación. Aunque yo también tengo aspectos en los que me siento inferior a los demás, por otro lado, también tengo cosas que otros envidian. Por eso, estoy satisfecho y agradecido por mi situación actual.

Además, aunque me da vergüenza, como cristiano, ante todo, quiero aferrarme a la promesa de Dios, a su palabra, para sobrevivir en este mundo tan difícil. El nuevo encuentro con mi pastor y su esposa en agosto del año pasado fue una gran bendición y motivo de agradecimiento. Espero que en el primer aniversario, el quinto, el décimo y en los años venideros, podamos seguir juntos, sin perder nuestro espíritu inicial, y recorrer el camino de la fe. Con este pensamiento de oración, doy por finalizada esta entrada de durumis, la primera que escribo de forma apropiada en mucho tiempo.