Historia de Instagram que empecé por casualidad

Hace una semana, pensando en la iglesia de mi escuela, tuve una breve conversación en Instagram con un hermano de la iglesia con quien soy cercano.

Mientras hablábamos de esto y aquello, recordé viejos tiempos, así que compartí algunas fotos que mi hermano, que probablemente no recordaría, había subido a Cyworld, y una de ellas la recordaba con seguridad, y la compartió directamente en su historia y me etiquetó. Yo, que no había usado la historia de Instagram, estaba dudando incluso en cómo compartirla en mi propia historia, pero afortunadamente se compartió sin problemas y han pasado unos días.

Ya estaba subiendo historias constantemente en la página de Facebook que gestiono, pero pensándolo bien, parecía que hacer historias en Instagram sería más ventajoso a largo plazo. Aunque el método de uso parecía más difícil que en Facebook, con la mentalidad de que yo, que manejo bien los dispositivos de TI, no podía quedarme atrás, empecé a usarlo a fondo hace unos días y llegué a hoy.

Me gustaría capturar el área de archivo y mostrársela aquí, pero no puedo hacerlo debido a asuntos de privacidad. De todos modos, lo importante es que, ya sea en Threads o en las historias de Instagram, agradezco mucho tener un espacio donde puedo registrar constantemente mi vida diaria y mis pensamientos, sin preocuparme por reacciones como el número de visitas y los comentarios.

Además, las historias de Instagram son visualmente más llamativas que las de Facebook, por lo que tengo que prestar más atención y pensar más al subir historias. Así que, incluso a punto de cumplir cuarenta en un par de días, me siento tranquilo y afortunado de que al menos prevenga la demencia. Como se centra en las fotos, también me preocupa más tomar fotos que antes.

Por cierto, se dice que estas publicaciones de Instagram ahora también están expuestas a Google. Como a menudo subo selfies, seguiré manteniendo el estado privado. Aunque sea un número pequeño, estoy agradecido solo por el hecho de que haya un pequeño número de personas que realmente simpatizan y responden a mis escritos y fotos.

Y así, hoy también, mis recuerdos se acumulan uno a uno en el archivo.